¡Seguimos en el viaje de descubrimiento de tu misión personal!, y hoy hacemos una parada estratégica en el camino, que nos va a ayudar a ver desde una mejor perspectiva el tramo que nos queda…
Quiero hablarte del poder del servicio en la búsqueda para descubrir quiénes somos realmente y qué estamos haciendo aquí.
Todos tenemos un infinito número de oportunidades para servir ahí en el lugar donde nos encontramos, y de hacerlo a nuestra propia manera.
Es tan fácil quedarse atrapado en nuestro pequeño mundo… pero el servicio nos ayuda, nos saca de lo que a veces es una desgastante obsesión con nosotros mismos… y nos orienta hacia el mundo de los demás.
Tenemos que hacer lo que podamos hacer, cuando lo podamos hacer, y en el lugar donde estemos. Tenemos que hacer todo el bien que esté en nuestras posibilidades, y hacerlo por todos los medios que tengamos al alcance….
La mayoría de la gente se asombra de lo que son capaces una vez que empiezan a tomarse en serio las 2 primeras partes de su misión: 1º Al esforzarnos en ser la mejor versión de nosotros mismos y 2º al tratar proactivamente de hacer del mundo un lugar mejor, vamos a tener una gran influencia positiva en cualquier cosa que hagamos.
Muchas cosas geniales pueden pasar cuando hacemos lo que podemos, donde quiera que estemos. Cada uno de nosotros tiene que encontrar una forma de servir.
“Los únicos que van a ser auténticamente felices, son las personas que procuraron y encontraron una forma de servir”.
Para la mayoría de nosotros el giro más grande de nuestras vidas va a tener lugar, cuando decidamos estar radicalmente disponibles para servir.
En el momento en que la pregunta: “¿qué hay ahí para mí?” ya no sea la que domine nuestro diálogo interno, sino que, en su lugar, sea: “¿cómo puedo servir?”, vamos a avanzar rápidamente por el camino que nos va a llevar a descubrir nuestra misión en la vida.
Esta pregunta debería ser instintiva y muy frecuente en nuestro día a día: “¿cómo puedo ayudar?”.
Cuando interactuemos con los demás, tenemos que preguntarnos: “¿qué puedo hacer para ayudar a esta persona? Y te recomiendo que también agregues esta pregunta a tu diálogo interno.
En medio de tus quehaceres diarios, comenzá a preguntarte cómo podés ayudar a las personas que se cruzan en tu camino o cómo podés servir en las situaciones que se te presentan cada día.
La forma más segura de encontrarte a vos mismo, no es yéndote de viaje al extranjero, o a un lugar exótico. Quedáte ahí dónde estás. Estás ahí precisamente por una razón. Descubrí esa razón antes de buscar nuevas tierras…Y no te olvidés que el servicio es el camino más seguro para descubrir esa razón…
El servicio es la ruta más directa para desarrollar un claro sentido respecto a quién sos y para qué estás aquí. Al hacer un giro en nuestro enfoque de “qué es lo que podemos obtener”, a “qué es lo que podemos dar”, nos abrimos a una vida de servicio.
Dios te va a revelar tu misión una vez que estés disponible para servir, te lo aseguro…
¿A quién vas a servir? Algunos pasan toda su vida sirviéndose a sí mismos, a sus intereses mezquinos y deseos egoístas. Podés medir la grandeza de una vida viendo en qué y a quién sirve esa persona.
El servicio es un elemento esencial si querés emprender apasionadamente la búsqueda de una felicidad duradera.
Jesús le dió un gran valor al servicio. Él rechazó todos los parámetros que el mundo usa para determinar la grandeza: la fama, la fortuna, el poder, la posición, los logros, el intelecto, las posesiones y el estatus. Cristo midió la grandeza por el servicio…. ¡¡¡Que nos quede claro!!!
¿A cuántas personas serviste hoy? ¿en esta semana? ¿durante tu vida? ¿Es el servir a otros una prioridad en tu vida?
Los grandes pensadores reforzaron esta verdad desde que Cristo vino al mundo… Te dejo algunas frases para pensar:
“Nadie es inútil en este mundo mientras pueda aliviar un poco la carga de sus semejantes”
“El servicio es la renta que pagamos por vivir. Es precisamente el propósito de la vida y no algo que hacemos en nuestro tiempo libre”
“No hacer nada por los demás es lo mismo que deshacer lo que fuimos forjando en nosotros mismos”
“Cada quien puede ser grande porque cada quien puede servir. No tenés que tener un título universitario para servir. Ni siquiera tenés que hacer concordar el sujeto con el verbo para servir…”
“El destino supremo del ser humano es servir”.
“No has empezado a vivir hasta que no hayas hecho algo por alguien que nunca te lo retribuirá”
¿Qué te parecen estas frases? ¿Estás de acuerdo con lo que dicen? ¿Qué otras frases sobre el servicio conoces que te motiven cada día a tenerlas como lema de vida y que te empujen a servir más y mejor a Dios y a los demás?
¿Qué persona, o santo, o personaje puede ser tu modelo para servir? Te animo a que respondás estas preguntas y busqués algún modelo para imitar que haya sido ejemplo heroico de servicio a Dios y a los demás. Y a eso, agregale tu estilo único. ¿Cómo vas a marcar vos una diferencia en la vida de los demás?
¡No te pierdas el próximo post! ¡Te voy a proponer unos ejercicios prácticos para avanzar con pasos más firmes y seguros en este viaje! ¡Además, voy a mostrarte porque tu autoestima también depende de cuánto y cómo servís a los demás! ¡¡¡Nos vemos!!!
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